
Yo soy más o menos de la quinta de Alaska y entonces “sus
pegamoides”. Se puede decir que ha interpretado la banda sonora de grandes
momentos en mi vida, por eso la tengo un especial cariño. Quién no ha
canturreado alguna vez aquél “A quién le importa lo que yo haga… ” o por
supuesto el mítico ”Bailando”, que nos descubrió que tener una “gran vida
social” es más sacrificado de lo que pareciera a primera vista. Hemos visto a
“Olvido” buscando un hombre de verdad… y no se sabe en qué momento exacto,
apareció Mario Vaquerizo.
Al principio su nombre me sonaba sólo por ser representante
de varios conocidos artistas. Más adelante empezaron sus apariciones
televisivas. No lo relacionaba, otro friky más, pensaba yo… pero muy divertido,
la verdad.

Por encima de todo lo que resalta es la gran personalidad y humanidad de este hombre que no tiene reparos en hablar en femenino o masculino, que se ríe (y de qué manera) de su propia ignorancia, real o inventada, esto no lo tengo yo muy claro.

Y es que al final, la gente que triunfa y/o trasciende es la que genera buen rollito, nos hace reír
(fundamental) y es buena persona (se
deduce). Y si encima se trata de una pareja que se lleva bien, y eso no se
puede discutir, sólo hay que mirar el brillo de sus ojos cuando se miran, pues
para qué quieres más. En este mundo donde cuesta encontrar personas sonrientes
y de buen carácter: ¡Viva Mario Vaquerizo y la madre que lo fundó!