Lucas Rodríguez. Fotografía Argentina. |
Tengo la suerte de que salvo algunos "achaques" alérgicos, mi salud siempre ha sido buena, y cuando uno se acostumbra a esa normalidad, si se acaba nos asombramos de que tal cosa ocurra y constatamos lo poquita cosa que somos.
Cuando un dolor agudo nos sorprende, nos acorrala, no sabemos qué hacer y entonces nos acordamos de todas las precauciones que debíamos haber tomado y aún a sabiendas hemos hecho oídos sordos.
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Desafortunadamente, la prevención es la única forma que tenemos de cuidar nuestro cuerpo para que no nos de sorpresas desagradables. Una vida lo más ordenada y saludable posible sin duda ayuda. No olvides que en el fondo sólo somos "animalicos". Y es que... hay que dar la razón a nuestros mayores cuando dicen que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena...
pues es de lo mas cierto. yo me acostumbre a ser muy fuerte con una vida dura pero a la vez feliz, criando a mis tres retoños, y pensaba que yo siempre iba a estar asi, como un roble, pero a veces te llevas sorpresas y no precisamente agradables, Ahora se trata de buscar la parte positiva y YATA¡ Besitos. Marisa
ResponderEliminarClaro que sí Marisa... pero aunque seas fuerte no dejes de cuidarte ¿eh? que ya sabemos como sois las madres...
EliminarBesitos preciosa