Maldita bendita lluvia.
Que el agua se lo lleve todo,
que nos limpie por fuera y por dentro
que se vayan nuestras soledades, inseguridades
que se inunde nuestro desierto.
Que sacuda mi pasión con un golpe seco, que despierte quizás más tarde, pero muy adentro.
Mi cuerpo y mente funcionan desacompasados, apartados, desviados.
Mi cuerpo y mente funcionan desacompasados, apartados, desviados.
Tú no lo sabes, y yo no acierto, puro agotamiento, pero tu luz me ha sosegado y ya te echo de menos.
Hola Susana,
ResponderEliminarComo yo digo, la poesía es la octava mayor de la literatura, la que mueve almas, el principio y el final. De lo escrito, lo que más transmite el sentimiento. En estos versos se ven los tuyos.
Un abrazo
Al final, aquí es de lo que se trata.
EliminarBesos
Hay en el poema mucha ansia de deshacer lo incomodo, lo inapropiado y para hacer espacio y para una ilusión que se abre camino. Se aprecia mucha pasión en el poema. Es intenso.
ResponderEliminarun beso
Bonito poema..me recuerda viejos tiempos, hay que tener siempre espacio para la poesía..algo que habré de retomar..te animo a escribir mas en este formato.besos
ResponderEliminarSiempre hay espacio para algo poético, no me atrevo a hablar de poesía... se hace lo que se puede gracias jaj
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