Solo veía mis pies que corrían calle abajo, mojada mal iluminada por bombillas viejas, postes de luz amarillentos. El sonido acelerado de mi respiración el bombeo de mi corazón acelerado. Miré la hora, la 1.32 de la mañana la había dejado, por fin se ha acabado me dije, no voy a preocuparme por esa mujer infiel y pendenciera. Me había costado tomar la decisión, pero sus reproches me tocaron la moral, sobre todo cuando me dijo que era un calzonazos sin iniciativa ¿SI? pues mira zorra, ¡ahí lo tienes! le propiné un buen puñetazo no me gustan estas cosas, pero me había llevado al límite con sus provocaciones.
Ha caído al suelo con un ruido sordo y desagradable, no definitivo espero, yo no quería... en realidad si no se hubiera puesto tan insistente pero no pude pensar, la ira lanzó mi puño contra su cara, su preciosa cara.
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Ha caído al suelo con un ruido sordo y desagradable, no definitivo espero, yo no quería... en realidad si no se hubiera puesto tan insistente pero no pude pensar, la ira lanzó mi puño contra su cara, su preciosa cara.
Esos whiskys de más tienen la culpa si hubiéramos seguido con la cerveza… pero no queríamos salir y en la habitación era lo que había.
Todos los periódicos locales se habían hecho eco de la noticia “Violador acecha las calles de Birmingham”, era un hecho sin precedentes por lo menos en aquella ciudad, que a pesar de todo seguía su tedioso ritmo.
Claire_Pestaille |
En la Taberna “Lions”. El ambiente era denso y oscuro. Los hombres que bebían allí parecían clientes habituales. - ¡Hey Joe, pon un par de pintas más aquí!, que no estamos en un funeral, la chica por lo menos está viva ¿no? Jajajaj
Los hombres bebían y reían al mismo tiempo que comentaban una y otra vez “la jugada”.
De pronto un se oyó un ruido sordo y la puerta principal se abrió dejando pasar un amarillento haz de luz. Todo el mundo se dio la vuelta al mismo tiempo fijando sus ojos en la mujer que había entrado a la taberna. - ¿Qué pasa?, ¡Ni que fuera la primera vez que me veis!, no puede una ni tomar una jarra de cerveza sin que todos la juzguen. ¡Pues sí, he sido yo, quién más sino se hubiera atrevido a hablar con la prensa!. Mucho machito hay por aquí, pero hombres... no veo ninguno. Ahora ya sabéis cómo me las gasto, soy una mujer y sólo por eso merezco ¡RESPETO!, gritó una vez más la mujer mientras se acercaba a la barra.
El silencio se hizo patente en toda la sala.
Malcolm Liepke--✿Open ArtGroup__✿ |
Tenía las manos negras de tinta y de Dios sabe qué más, después de haber pasado la noche entera dando vueltas y bebiendo en el primer garito que se encontraba, pero muy buena pinta no debía de tener, porque en la mayoría de ellos le echaban a patadas y es que para cuando se daba cuenta se encontraba a sí mismo dando voces y hablando sin mucho sentido de que un hombre sigue siendo un hombre, por mucho que le denigren.
El humo entraba en sus pulmones como un cuchillo de carnicero. La tos le hacía doblarse sobre sí mismo, el dolor le atravesaba de arriba abajo y al mismo tiempo le revolvía el estómago pero seguía fumando, fumando y bebiendo a esas alturas todo le daba igual.
Había encontrado el periódico a la salida de uno de esos bares. No podía creer lo que veía, aunque le bailaban las letras por la tremenda cogorza, con mucho esfuerzo logró leer “Mujer violada, en el centro de Birmingham” y debajo de semejante titular la cara de Greta, con una expresión de satisfacción a pesar de los evidentes estragos que su puño había dejado en su cara.
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¡Maldita Mujeeer!, ¿Violada?, pues bien que se retorcía en la cama bajo mis manos y no precisamente de dolor... ¡la voy a matar! Y yo... preocupándome por ella. Tengo que hacer algo, no puede tratarme así, después de todo lo que yo...
El hombre gritaba y saltaba, gruñendo y llorando, lanzando gemidos ahora, alaridos después. Tropezando contra farolas, perros y gatos que huían despavoridos
Era la 1.32 de la madrugada cuando al sur de la ciudad el río “Cole” acogió en sus turbias aguas el cuerpo de un hombre en llamas...