Un título bien pensado, unos "inocentes" juegos de palabras, un desahogo en fin que a veces necesita el alma porque no tenemos con quién desnudar nuestros más escondidos secretos, sentimientos, verdades y mentiras. Porque pagar a un psicoanalista que lo más seguro no te entienda no merece la pena, porque escribir al final es la mejor terapia... ¿Os suena?
La verdad es que pocas veces he tenido esta sensación. Me gusta mucho leer y unas veces me identifico más que otras pero en este caso ha sido empezar e incluso la introducción me era muy familiar. Los versos, los sentimientos otrora reprimidos ahora explotan como fuegos de artificio Me he quedado casi sin habla porque esa sensación de haberlo pensado y no sabido cómo traducir en palabras estaba ahí más grande que nunca y casi gritando -lo podías haber escrito tú , estos son parte de tus sentimientos los sentimientos de la gente sensible, reflexiva que se confunde que tropieza pero aún así sigue caminando y sigue teniendo esperanza.
Después de tantas batallas perdidas, ganadas, quién no ha tenido en la cabeza estas palabras aunque quizás sin la sensibilidad suficiente para plasmarlas en un papel o quizás solo sin la distancia suficiente para poder sacar de lo adverso lo positivo; que tenemos la piel curtida y estamos preparados para lo que sea. Sí, quizás hemos tocado fondo y ahora toca reponerse de alguna forma. Solo tenemos que reconocer la gran epifanía y aprovechar el momento.
Amores, desamores, relaciones, reflexiones sobre la vida en general que no son las de un "iluminado" son las de un "superviviente" , alguien que hace algo más que sobrevivir, o por lo menos lo intenta, una vida por encima de las calamidades externas o internas, de las ausencias, de las presencias quizá no deseadas. Reflexiones que nos hacen falta, porque la vida pasa rápido rápido y no nos detenemos a mirar las flores, no vemos su belleza quizás hasta que ya ha pasado, ya no está.
Una especie de investigación en un entorno totalmente hostil, frío, sin amigos, sin calor de ninguna clase, sin respuestas que puedan ayudar en un momento en que todas las fuerzas del universo parece que se empeñan en hacerte la vida imposible. Un triunfo en su sola búsqueda.
Esta ópera prima tiene la habilidad de encontrar esa sensibilidad común, esa mirada a cámara lenta que permite acomodarse en la esencia de la vida misma.
Una novela para sumergirse y perderse en sus juegos de palabras y quizá sólo quizá...encontrar alguna respuesta.