By Anabel Díaz. (Mexico) |
En estos últimos tiempos, sonreír cada vez resulta más difícil. No hay muchas razones ni incentivos para hacerlo. A pesar de ello, es ahora cuando más debemos practicar este "deporte" porque no hay mejor antidepresivo que una buena carcajada.
Siempre digo que sonreír no cuesta dinero, que es bueno para la piel y no digamos para la expresión del rostro. No se puede comparar una cara relajada, brillante, chispeante con otra crispada, tensa, irritada...
Aparte de la imagen que se proyecta y que estoy segura de que vuelve a uno mismo, ir con determinadas expresiones por la calle no puede traer nada bueno.
Al mal tiempo... |