En agosto son las fiestas de Bilbao hasta ahí bien, o no, dependiendo de los gustos. Pero es que además en este mes que empieza con Lorenzo "apretando fuerte", son las fiestas de casi todos los pueblos y ciudades de la Península y seguro que de algún archipiélago también. Unas antes, otras después... pero una gran cantidad se celebran en Agosto. Menos mal que los San Fermines son en Julio porque sino la borrachera de celebraciones (nunca mejor dicho) sería del todo infumable.
Seguro que a muchos os encantan las fiestas y a mí también... pero sólo "algunas". Lo ideal para mí cuando aprieta el calor sofocante, es perderme por pueblecitos situados en lugares recónditos y descubrir ¡oh sorpresa! que celebran sus fiestas patronales, que se echan unos bailes con la banda del pueblo o se traen alguna orquesta más moderna para los jóvenes y jóvenas, si es que queda todavía alguno en los caseríos, aldeas y demás, porque de ese tipo de fiestas estoy hablando, de las "de casa", de abuelas bailando juntas y entonando canciones que sólo recuerdan ya unos pocos, to
dos de más de 70. Esas comidas y platos sencillos cocinados a propósito y en ocasiones, exclusivamente para "fiestas".
Por supuesto que recuerdo las de Ondárroa, porque aunque es un pueblo bastante grande, eran un poco así, con sus concursos de "Marmitako", pero del bueno, nada que envidiar al guiso originario que los arrantzales o pescadores, hacían en sus barcos como comida base. Con las "cuadrillas" pegando saltos a más no poder detrás de las comparsas, armando jaleo "claro que sí, que estamos en fiestas", pero respetando mucho a los mayores por la cuenta que nos traía. Con sus fuegos artificiales
"las Barracas" que llamamos aquí: atracciones de feria pero en plan más casero, y en general mucho de comer y demasiado de beber, para qué nos vamos a e
ngañar. ¡Pero quien no ha cogido una borrachera alguna vez en fiestas!.
Lo que yo quiero comentar es lo que pasa en los últimos digamos 10 años, que por lo menos en la "Noble Villa" el tema fiestas se le ha ido de las manos. Y ahora está la cosa más calmada porque a mí me tocó sufrir una época en la que viví
a en el "puñetero" centro de Bilbao, al lado de la Plaza Circular o Plaza de España. Nadie nos advirtió, ni por supuesto a nosotros se nos ocurrió pensar que estábamos en plena "zona cero". No había escapatoria posible, los bares y choznas sacaban los bafles de sus equipos de sonido a la calle y allí no había quien durmiera, ni pensara, ni siquiera respirara. Enseguida nos enteramos de que la mayoría de vecinos huían despavoridos hacia lugares donde sencillamente pudieran dormir. Nosotros nos las vimos y deseamos para encontrar un sitio en el que no fuera fiesta, y dormir al menos un fin de semana, porque después había que trabajar.
Foto de Juanma Aparicio www.estudio3fotografos.com |
En fin, que es época de fiestas y celebraciones, yo las viviré un poco de lejos, con más calma y recordando aquellas "otras" en las que parecía que teníamos la llave de la felicidad, en las que los amigos lo eran "para siempre" y de verdad, y los primeros amores empezaban a despuntar...