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domingo, 17 de marzo de 2013

¿QUIERES SER MI AMIGO?


Amigos para siempre...

Siempre he sido una persona abierta y comunicativa. De "peque" me liaba con el lucero del alba y mi madre tenía que tener mucho cuidado para que no me fuera con el primer extraño. 
En el colegio era bastante popular y las celebraciones de mis cumpleaños terminaban  casi siempre siendo multitudinarias.
svetikya.com 
La naturalidad infantil, esa que pervive justo hasta que alguna clase de pequeña malicia se manifiesta, esa es la que me fascina porque no se vuelve a recuperar.
¿Por qué nos cuesta tanto hacer amigos siendo adultos?. Aquí estamos, rodeados de Redes sociales  , facilidades infinitas para relacionarnos, socializar, conseguir "followers", más amigos, más amigos, y en realidad ¿Qué sabemos de ellos? ¿A cuantos conocemos en persona?. 

Toda esa parafernalia no la necesitaríamos si en la vida real, igual que un niño pudiéramos sencillamente decir: ¿Quieres ser mi amigo?




lunes, 24 de septiembre de 2012

AMIGOS DE "TODA LA VIDA"

Con una amiguita cuyo nombre no recuerdo...
He comentado en varias ocasiones que en Euskadi las "cuadrillas" de amigos son muy tradicionales, casi casi a todas las edades. De jóvenes es más fácil mantener las amistades, conforme uno va creciendo todo tiende a complicarse. La gente se casa y forma su propia familia, excluyendo muchas veces, demasiadas, a los amigos, que no entiendo porqué no pasan "automáticamente" a ser parte de la familia.

Aquí tenemos muchas excusas para reunirnos. Las "Sociedades gastronómicas", los "Txocos", son lugares donde los vascos nos reunimos para  comer bien y estar en contacto con los amigos. No importa quién cocine o de qué plato se trate, lo principal es reunirse y estar en contacto con los amigos. El salir a tomas unos vinos es un buen pretexto  para salir a la calle y reunirse con los "colegas". 

Quiero creer que esto sigue siendo así, porque en otros lugares de Europa, por ejemplo, las personas se reúnen cada vez menos y las amistades se van diluyendo con el tiempo.

Que Internet tiene un poco la culpa, yo creo que todos lo sabemos y/o estamos de acuerdo , pero no hay que olvidar otros factores que nada tiene que ver con la tecnología. Con el tiempo nos vamos haciendo más perezosos y si no nos vemos o "tropezamos" a diario por motivos de trabajo o proximidad, cada día se nos hace más difícil seguir en contacto. Por mucho "Smart Phone" que tengamos, a veces el hacer una simple llamada cuesta un mundo.

Con Toni Clapés y otros compañeros de Radio Ibiza
Otra vez a vueltas con el mismo tema, pero es que bajo mi experiencia las mujeres cuando se enamoran "tienden" bastante a dejar de lado todo lo que no sea su "amado" y no se dan cuenta de que por mucho que nos empeñemos en negarlo, las parejas van y vienen, en cambio una amistad puede durar toda la vida, pero cuidado, también hay que cuidarla, mimarla y estar cuando hay que estar porque cuando las cosas van bien todos somos muy amigos pero ¿Y cuando vienen mal dadas?. Cuando los problemas aparecen es entonces y sólo entonces cuando uno puede saber si de verdad tiene amigos o no.

Para mí la amistad es casi lo más importante en la vida. Desafortunadamente mis mejores amigas no están cerca, pero en eso sí que nos puede ayudar la tecnología. Lo que echo de menos son esas tardes o noches de "sólo chicas" en las que hablamos de temas que nos importan sólo a nosotras y que a nuestras parejas les puede llegar a aburrir mortalmente.  Y es que a veces hay que separar las cosas. ¿Porqué no?. Personalmente, me parece bastante empalagoso estar únicamente con mi pareja. Cada uno es como es pero en demasiadas ocasiones se ha dado la circunstancia de que un amigo/a al que hacía siglos no veía,  me ha llamado justo después de su separación o divorcio. ¡Qué casualidad!...



domingo, 1 de abril de 2012

REENCUENTROS


                      

En la cima del  Gorbea. Todos menos yo.
Ayer me encontré con un amigo casi casi de la adolescencia. Nos hizo mucha ilusión, a los dos, porque a pesar de que nos hemos visto en contadas ocasiones, siempre hemos guardado un bonito recuerdo de ambos. Éramos de la “cuadrilla”, lo que aquí se entiende por un grupo de amigos que se reúnen habitualmente en sus ratos de ocio y se divierten juntos.
Recordamos viejos tiempos y nos reímos mucho al darnos cuenta lo diferentes que habían sido nuestras existencias desde entonces. Pero casualidades de la vida, resulta que ahora ¡él vive a 10 metros de mi casa!, con lo cual el reencuentro nos dio más alegría si cabe.


Hablamos de cómo cambian las cosas según el momento en el que nos encontremos. Por ejemplo: recordaba mi amigo que yo era una niña para él porque cuando yo tenía 14 años y ellos 18 ó 19, la diferencia de edad, para algunos se hacía abismal, en cambio ahora somos los 2 adultos y ya ni siquiera se nota demasiado quién es mayor que quién. También hay que decir que los años nos han tratado bastante bien a los dos. A él mucho mejor que a mí, todo hay que decirlo.
Con 13 ó 14 años

Hicimos un repaso de todos nuestros conocidos, algunos dispersos geográficamente, y destapamos algunos secretos que desconocíamos, lo cual nos hizo reír con unas carcajadas tan ruidosas que la gente del bar se nos quedó mirando. Y es que sí, nos encontramos en la calle, pero fuimos a tomar algo con doble motivo porque era su cumpleaños (últimamente es el aniversario de todo el mundo), y por supuesto había que celebrarlo.

A pesar de que yo iba con mi ropa de correr y que la verdad me fastidia un poco que me vean de esa “guisa”, mi amigo me dio una ración de cariño tan inesperada como bienvenida.


¡Ahora sí que voy a tener relación con mis vecinos!




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martes, 20 de marzo de 2012

"ELLOS" Y LA AMISTAD


“Me voy a dar una vuelta por ahí a ver a mis colegas” me decía el otro día un amigo. Así sin más… sin quedar con tiempo de antelación, sin complicaciones de ninguna clase. Me dio qué pensar, y me di cuenta de que si alguna vez lo hice, ahora ya es prácticamente imposible. Y no porque no quiera… sino porque  mis amigas, las de verdad, están bastante lejos.

De cualquier forma, la impresión que a mí me da, es que los hombres cuidan la amistad más y mejor que las mujeres. Sí… otra vez  a vueltas con la guerra de los sexos, pero... ¿Es que  hay  algo más entretenido de lo que hablar?.

Los tópicos: yo siempre he pensado que si lo son por algo será. Situaciones que se repiten una y otra vez hasta llegar a convertirse en eso precisamente. Que las mujeres dejan de ser amigas en cuanto hay un hombre de por medio... pues siempre bajo mi experiencia, no me canso de decirlo, creo que sí, pero también he visto a hombres hechos y derechos liarse a guantazos por la fémina de turno.

Que la amistad y cualquier tipo de relación que nos importe debería cuidarse como si fuera una planta que hay que regar todos los días, es otro tópico pero  también la verdad más absoluta.
“Ellos” se reúnen para ver un partido de fútbol en la tele, o para jugarlo de verdad. Cualquier tipo de deporte es un "excusa" para reunirse y pasar un rato entre amigos.  Así, sin grandes estridencias se crean lazos que en  ocasiones duran para toda la vida.

Y ¿Ellas?... ¿Qué hacen las mujeres para reunirse, a parte de ir de compras o tomar un café con las amigas, donde seguramente pondrán “verde” a la que falte?… Siempre llego a la misma conclusión, y es que por muy femenina que sea, hay aspectos en los que opino y actúo exactamente igual que “Ellos”.

Para preservar un amigo 3 cosas son necesarias: honrarlo cuando esté presente, valorarlo cuando esté ausente, y asistirlo cuando lo necesite.         -Proverbio Italiano




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jueves, 8 de marzo de 2012

OH LÀ LÀ...


Delante de Notre Dame

París es muy frío en invierno, tanto que cuesta encontrar un termómetro en la ciudad, seguramente para no acobardar a los transeúntes que tapados
hasta la nariz (importante si se tiene una buena “aldaba” como se llama por aquí al apéndice nasal) tratan de no romperse los huesos caminando despacio, pisando con cuidado la sal echada por todas las calles, a primera hora de la mañana.

El año que pasé allí, curiosamente nevó. París es  bella, pero cubierta por ese  manto níveo que todo ensordece y limpia, te deja sin palabras.



Pont des Arts
Lo que más disfrutaba sin lugar a dudas, eran mis paseos. Siempre me ha gustado caminar pero en un marco así,  me sentía protagonista de una película, de un clásico de los de antes. 
Pasear a orillas del Sena, por muy visto que esté, es una de las caminatas más maravillosas del mundo. Pasar por el mayor número de puentes : El  de la Concordia, Pont de l'Alma  (conocido últimamente por alojar el monumento a Lady Diana), Pont Neuf…¡son tantos y tan bonitos!. Mi favorito, el de las Artes o el Pont des Arts -pasarela peatonal que une el Louvre y la Escuela de Bellas Artes y que fue refugio de artistas durante muchos años.


París es una ciudad especial, no sólo por el increíble trazado de sus calles, la belleza de sus edificios, sus museos -que más de una vez nos acogieron frente al frío dominante en el exterior-, sino por el ambiente reinante, chic en algunos sitios, bohemio en otros.
Por mucho que me explayara no acabaría nunca de enumerar las maravillas de la “ciudad de la luz” sobre todo porque allí fui feliz . Siempre hay que volver a los lugares donde uno fue dichoso. La “Cyté Universitaire”, sus fiestas continuas mezcladas con el serio ambiente de los "Masters, post grados" y eternos becados que escribían la enésima tesis doctoral. 

Y vosotros ¿todavía no la conocéis?

Arco del triunfo
Quizás ahora es el momento, si podéis, viajad a la ciudad de los grandes artistas, del amor, la cultura y la buena vida. La cuna de la moda, de la gastronomía, del "je ne sais quoi"...y entenderéis por fin el significado de aquella frase en “Casablanca”- Siempre nos quedará París-




domingo, 19 de febrero de 2012

Y SI NO…QUEDAMOS COMO AMIGOS


Es complicado terminar una relación, aunque no funcione. Nos volvemos débiles, cobardes. Nos asusta el cambio, el vacío de una vida a solas con nosotros mismos. Pero cuando se acaba, se acaba, y alargar la agonía no sirve de nada.

Lo ideal, después de haber compartido nuestro precioso tiempo con otra persona, sería reconvertir esa pasión inicial, que unas veces dura más que otras, en una amistad… del tipo que sea.

¡Cuantas veces habremos oído o dicho la frasecita de marras! Confieso que yo nunca la he utilizado, precisamente porque la he oído pronunciar en unos labios que todavía llevaban mi sabor. Dar opciones inexistentes es sencillamente cruel e innecesario.

¿Es una falacia la amistad entre hombres y mujeres? Pues… para la que suscribe Sí. Me encantaría decir que todo es posible, pero cuando media algún tipo de atracción, siempre bajo mi muy particular experiencia, la amistad bien entendida no es viable.

Cuidemos de verdad las amistades que ya tenemos porque seguro que la pasión volverá, silenciosa o exultante, y quién sabe si viene  para quedarse.




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